lunes, 29 de abril de 2013

El lenguaje de los animales



¿Quién dijo que los animales parlantes eran sólo cosa de Disney? Resulta que existen. Quizás sea algo chocante, pero los animales se comunican de manera más elaborada de la que podemos pensar, tanto entre ellos como con nosotros. El "como" y el "cuando" es lo que nos acerca Stephen Hart en este libro.

Al contrario de lo que nos parece habitual, no tiene una línea argumental concreta sino que explica por separado maneras de  comunicación en diferentes grupos de animales como pueden ser los cefalópodos, las aves, los cetáceos… haciendo posible la consulta de algunos capítulos sin haber leído previamente los anteriores; aun así se pueden extraer algunas conclusiones generales.

En primer lugar hay una clara diferencia entre animales que viven en comunidad y animales solitarios. Los primeros tienen una comunicación que puede abarcar amplios aspectos de su vida mientras que los últimos tienen una comunicación que muchas veces queda únicamente restringida a la reproducción y selección sexual.

Entre los diferentes tipos de comunicación empleados se pueden encontrar los cinco sentidos que los humanos utilizan habitualmente hasta otros más difíciles de detectar como el sentido eléctrico de los tiburones y la percepción por infrasonidos de las ballenas. 

El libro abarca la comunicación desde la de  los archiconocidos chimpancés hasta la sorprendentemente compleja comunicación entre artrópodos.

A continuación repasaré algunos de los casos tratados por el autor a fin de dar una idea general de la dinámica de la obra


DIALECTOS DE LAS AVES

Una de las grandes distinciones a las que se suele hacer mención entre el hombre y el resto de los animales es la cultura; sin embargo después de este libro no me queda tan claro que seamos los únicos que la tengamos. ¡y es que las aves también tienen “dialectos”!

Un interesante estudio comparó el canto de pinzones criados en cautividad y completo aislamiento con los de pinzones salvajes. El resultado fue que los pinzones en cautividad solo utilizaron el esqueleto del canto (como si fuese la estructura base) completo mientras que los salvajes hicieron el canto completo.

Los dialectos se forman porque los pájaros cantores más jóvenes imitan e incorporan variaciones de canto de adultos circundantes. Es lógico, por tanto, que cuando el hábitat de una especie es muy extenso se produzcan variaciones locales de un mismo canto dando lugar a los mencionados “dialectos”.

La función de estos cantos parece ser meramente reproductiva; el canto tiene dos mensajes: primero, advierten a la hembra de su disponibilidad para aparearse, y segundo,  reafirman su autoridad sobre el territorio.


COMUNICACIÓN CON ANIMALES

A parte de la comunicación entre ellos, también se trata la comunicación entre animales y humanos así como su capacidad para entender el lenguaje. Hablamos, más concretamente, de chimpancés, loros y delfines.

He preferido presentar a estos últimos ya que los casos de los loros y los chimpancés son más conocidos.

Louis M. Herman y sus colaboradores crearon dos tipos de lenguajes para comunicarse con 4 delfines en libertad. El primero consistía en gestos mediante el movimiento de manos y piernas y el otro en sonidos agudos generados por un ordenador. Cada lenguaje constaba de unas 40 palabras: nombres como “canal”, “pelota” y “persona”; construcciones verbales como “ir por debajo” e “ir a buscar”; y complementos como “superficie”, “derecha” e “izquierda”.

Tras un entrenamiento los delfines podían interpretar órdenes entendiendo cada palabra por separado y la variación del significado por el orden de las mismas. Por ejemplo podían distinguir entre “ir a buscar disco izquierda aro derecha” (coge el disco que está a tu izquierda y llévalo al aro de tu derecha) e “ir a buscar disco derecha aro izquierda” (coge el disco que está a tu derecha y llévalo al aro de tu derecha). Además cuando la orden era imposible como “ir a buscar agua persona” el delfín no hacía nada porque no puede llevar el agua a la persona. Esto evidencia la capacidad de los delfines para entender los componentes semánticos y sintácticos del lenguaje.

Uno de los delfines, Akeakamai, ha hecho algo más que responder a un entrenamiento: ha inventado una respuesta lógica. en la piscina había dos palancas disponibles; este delfín aprendió a pulsar una cuando la acción era posible de realizar y otra cuando la acción era imposible (por ejemplo si la orden consiste en mover un aro pero no hay aros en el tanque de agua).

[Akeakamai "hablando" con su entrenador]



Estos son algunos de los casos que se pueden encontrar en el libro, pero hay muchos más, y seguramente otro lector habría mencionado otros. Lo más importante y lo que he querido resaltar es que se trata de un libro muy heterogéneo, que abarca muy diversos grupos de animales. Esta es, sin duda. una introducción muy amena y divulgativa a la etología.

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